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26 de agosto de 2009

Una respuesta a “La estrategia actual del sindicalismo peruano” de Carlos Mejía

Introducción
Carlos Mejía, uno de los intelectuales que asesora a la CGTP y quien mantiene el blog “Bajada a Bases”1 escribió hace algunos días, el 30 de julio de 2009, un interesante artículo titulado La estrategia actual del sindicalismo peruano. En él, Mejía desarrolla su visión, de miembro del PCP Unidad, sobre la correlación de fuerzas actual y sobre cuál es la táctica que debe asumir la CGTP, a la que cataloga de mariateguista.
Fuera de algunos argumentos sumamente hipócritas (con el perdón de la adjetivación), como cuando Mejía afirma que “otro problema necesario de mencionar es la partidarización de la acción sindical, al punto de llevarnos a divisiones y paralelismos absurdos”, aparentemente olvidando que la central es controlada por los aparatos del PCP Unidad y de Patria Roja, y que su actual jefe, Mario Huamán, es miembro del aparato del PCP Unidad, creemos que Mejía fue honesto en sus planteamientos y que únicamente defiende su línea política, hecho no solamente justo sino también saludable.
No pretendemos responder a argumentos accidentales como el anterior, además de resultar inútil debatir con esa clase de argumentación. Sin embargo, sí nos interesa discutir dos temas que se desprenden del artículo: primero, la correlación de fuerzas en Perú actualmente; y segundo, la estrategia de la central sindical, y por tanto del movimiento obrero para los próximos años. Pedimos disculpas anticipadas si el artículo está lleno de citas de Mejía y si se alarga un tanto mas de lo deseable, pero creemos que el tema es fundamental.
1. La correlación de fuerzas en Perú. ¿Qué situación vivimos?
Mejía empieza su artículo con un desahogo: “No es un tema fácil entender la estrategia sindical de la CGTP. Desde la ultra izquierda se reciben muchas críticas a la aparente lentitud, reformismo o paciencia de la central mariateguista a la hora de convocar paros, huelgas y movilizaciones. Los ultras, claro, viven generalmente en un mundo maravilloso donde la revolución se encuentra a la vuelta de todas las esquinas, al alcance de la garganta más fuerte. Como el dirigente del Partido de los Trabajadores de Chiclayo, que en Lima pide paro de tres días y en su ciudad con la justa logra animar una movilización de un par de horas”.
Como creemos que Mejía no es ultra, ni él mismo reivindica serlo, nos queda claro que para él ninguna “revolución se encuentra a la vuelta de todas las esquinas, al alcance de la garganta más fuerte”. Es lógico, nosotros tampoco creemos que la revolución está a la vuelta de la esquina, y plantear el tema de esa manera es sencillamente buscar evadir de la discusión central, la “correlación de fuerzas”.
Latinoamérica vive, como mínimo desde el levantamiento de los indígenas campesinos en Ecuador, un ascenso de la clase trabajadora y sus aliados. Las rebeliones victoriosas pueden ser contadas nítidamente: Ecuador en 2000, Argentina en 2001, Venezuela en 2002, Bolivia en 2003 y 2005. Como consecuencia de ese proceso surgieron gobiernos populistas o de frente popular (en algunos casos preventivos) en Venezuela, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia, Nicaragua, Paraguay, Ecuador y El Salvador. Sin embargo, en el Perú ganó el APRA y Alan García, con lo que algunos pretenderán demostrar que nuestra realidad es diferente. De hecho, ganó García, gobierna el APRA y entonces es diferente, en cuanto a eso estamos de acuerdo. El problema reside en fijar dónde esta la diferencia y dónde está la coincidencia. La diferencia está en que en el Perú la expresión frente populista electoral no ganó, todavía, las elecciones, e incluso podría no ganar las próximas. La coincidencia está en que las clases proletarias y pequeño burguesas empobrecidas están viviendo, desde hace mucho, un ascenso muy fuerte.
No vamos a remontarnos al proceso de luchas durante la dictadura fujimorista, pues creemos que este tema lo podemos discutir en torno al balance que presenta Mejía. Vamos apenas a citar el último mes de julio, cuando el gobierno intentó dar un giro autoritario (bonapartista, dirían los marxistas) a su débil gobierno y se vio, de la noche a la mañana, aislado de todo apoyo -incluso de la propia burguesía-. El Comercio, vocero oficioso de la burguesía limeña, profirió samba canuta a García y su gobierno, las masas de manera semi-espontánea organizaron una de las más contundentes marchas de protesta en Lima y el gobierno no cayó gracias a que la máxima dirección del movimiento obrero, llámese Mario Huamán, no hizo absolutamente nada por la marcha.
La correlación de fuerzas era tan favorable a las masas que el ahora ex Ministro Yehude Simon salió, cual mozo dedicado, a atender las mesas de todos los comensales que encontraba y a anotar todos los pedidos que éstos le hacían, con el único objetivo de dar al gobierno el tiempo necesario para recomponerse. Aun todo ese esfuerzo no fue suficiente para salvar aquel gabinete. Si no cayó el gobierno en julio fue porque la central, que se jura mariateguista, fue, en la persona de Huamán, a todos los medios que encontró para vociferar que “no hay paro el 7, 8 y 9”2 de julio. Damos el ejemplo de las Jornadas de junio/julio pero podríamos dar otras, lo central es aclarar el tema de la correlación de fuerzas y quiénes son los desubicados: los que creen que hay una inestabilidad creciente y que hay que aprovecharla, o los que creen que la burguesía es cada vez mas fuerte.
El gobierno de García es, no solamente en opinión de la izquierda revolucionaria, sino incluso de sectores de la propia burguesía, cada vez mas débil y menos representativo y menos capaz de superar su crisis. Nadie, ni la burguesía limeña, confía que el actual gabinete sobreviva. Todos saben que un próximo baguazo es cuestión de tiempo, y que una vez ocurrido solo dios sabría para donde iría el Perú.
Lenin decía que una situación revolucionaria es aquella en que “los de abajo no quieran seguir viviendo como antes, y, que los de arriba no puedan seguir administrando y gobernando como hasta entonces". Sería bueno que Mejía reflexionara y nos dijera si la clase dominante, la burguesía peruana, gobierna o puede gobernar como quiere. El fallido intento autoritario de Bagua, ¿qué nos dice? ¿La pérdida del control de Moquegua y Tacna? ¿La peregrinación de Yehude Simon? Por otro lado, la protesta nacional del 11 de Junio, la pelea en La Oroya, demuestran sobradamente que los de abajo no solamente no están derrotados, sino que pelean cada vez con mas ímpetu. Que este ímpetu no haya aun derrocado al gobierno y al régimen, heredero mas que legítimo del fujimorismo, se debe en gran medida a la “estrategia” de la CGTP.
2. La alternativa de la CGTP, un gobierno de izquierda
La segunda parte del articulo de Mejía, afirma lo siguiente: “La evaluación realizada por la dirección sindical es que la debilidad del orden democrático impide que los intereses laborales sean debidamente representados en el sistema. La presión de los empresarios sobre el gobierno impide cualquier reforma o mejora sustancial de la situación laboral. En un contexto así, el movimiento sindical considera que es precondición para cualquier cambio, disponer de una nueva correlación de fuerzas política, que permita al gobierno la autonomía necesaria para imponer las reformas necesarias. Dicha correlación se logra mediante el triunfo electoral de un gobierno de izquierdas que apoye la agenda laboral.
La afirmación resume una caracterización, una política y también una orientación de clase. Primero la caracterización: “La evaluación realizada por la dirección sindical es que la debilidad del orden democrático impide que los intereses laborales sean debidamente representados en el sistema. La presión de los empresarios sobre el gobierno impide cualquier reforma o mejora sustancial de la situación laboral”. Después la política: “En un contexto así, el movimiento sindical considera que es precondición para cualquier cambio, disponer de una nueva correlación de fuerzas política, que permita al gobierno la autonomía necesaria para imponer las reformas necesarias”. Y finalmente la orientación concreta: “Dicha correlación se logra mediante el triunfo electoral de un gobierno de izquierdas que apoye la agenda laboral”.
No hace mucho, Dante Castro escribió que la salida para los problemas actuales era un frente popular por la base, o sea, que un levantamiento popular llevase al poder un frente obrero-burgués, bajo el estado capitalista. Nosotros estamos en contra de ese planteo porque, aun partiendo de la caracterización correcta de que “las luchas dan para mas”, propone una rebelión popular para entregar el poder a un ala de la burguesía. No hay forma de negar que Mejía es mas consecuente, pues parte de afirmar que las luchas no dan para mas, y que para alterar la actual correlación de fuerzas es necesarios elegir a un gobierno de izquierda.
Vamos por partes: primero, las elecciones son, salvo engaño, una expresión distorsionada de la lucha de clases. Es distorsionada justamente porque, al ser controlada por el estado burgués y su legalidad, puede, incluso con una correlación adversa, permitir a la burguesía seguir dirigiendo al estado burgués. Si no hay ninguna condición para cambiar la correlación de fuerzas en la lucha de clases, ¿cómo se puede hacer en las elecciones? Todos los gobiernos de izquierda en Latinoamérica fueron elegidos expresando una situación en la lucha de clases superior a sus compromisos electorales, ninguno de ellos significó un cambio en la correlación de fuerza a favor de las masas, sino que expresaron electoralmente esa correlación.
Segundo, ¿qué es exactamente un gobierno de izquierda? Y preguntando más exactamente, ¿qué es ser de izquierda? Para Mejía, un gobierno de izquierda es un gobierno de Ollanta Humala con la participación, ministerial o parlamentaria, de la CGTP (léase PCP Unidad). Esa política es la que George Dimitrov llamó el Frente Popular. Una alianza entre la burguesía y un sector de la dirección del proletariado, donde aquella mantiene el control del estado y ésta (la dirección del proletariado) controla al movimiento obrero para que no desborde determinados límites. Esta estrategia, una de las mas genuinas “contribuciones” del stalinismo a la clase obrera, probablemente la mas funesta después del “socialismo en un solo país”, fue “legalizada” en el congreso de la Internacional Comunista de 1935, el VII congreso.
Desde ese entonces hubo un sinnúmero de gobiernos de frente popular en el mundo, todos con una característica común: la derrota del proletariado. Nunca y en ninguna parte un gobierno de frente popular logró dar a la clase trabajadora cualquier beneficio duradero, y ni hablar de expropiar a la burguesía.
El gobierno de izquierda que plantea Mejía es, de hecho, el gobierno donde el proletariado y sus aliados entrarán como invitados de piedra y con la sacrosanta obligación de respetar la “legalidad” y las “reglas establecidas”. ¡No! Ese no es el camino para cambiar la correlación de fuerza a favor de la clase trabajadora. Las elecciones, aun siendo un momento muy importante en la vida política del país, no son el único ni el principal medio de hacer política. No es necesarios esperar hasta 2011 para derrocar a García y a la legislación fujimorista.
3. Algunas Conclusiones
El Perú se acerca rápidamente a una crisis política donde el proletariado puede cumplir un rol protagónico y de dirigencia de todas las clases explotadas y oprimidas del país. El reformismo, consciente o inconsciente, plantea desde varias vertientes que la salida es la unidad…con nuestros enemigos de clase. El frente popular, el gobierno de “izquierda”, el frente popular por la bases, la revolución bolivariana, son los varios nombres de una misma política, un gobierno policlasista bajo la hegemonía, la legalidad y el estado burgués.
Esta política está travestida de realismo político, es decir, de la apariencia de que eso es lo que se puede hacer por el momento y todo lo otro es aventurerismo, izquierdismo, ultrismo y tutti quanti, mas en la verdad es una adaptación vergonzante a las normas, métodos y al calendario burgués, que afirma que solo se puede disputar el gobierno cada 5 años.
El proletariado debe tener una política independiente. Co-gobernar el estado burgués es, desde el punto de vista marxista, una traición completa. En este sentido, la política de Mejía es la expresión máxima de la ruptura con Mariátegui, quien tuvo como eje ordenador a la organización política y sindical independiente del proletariado.
Camilo Wolff Gonzalo Aguilar
Lima 12 de agosto de 2009

6 comentarios:

Carlos Mejía dijo...

He redactado una respuesta a su post.

Aqui:

http://sindicalistas.blogspot.com/2009/08/mas-sobre-la-estrategia-sindical.html

Saludos cordiales,

Anónimo dijo...

Interesante su aporte.
Lo unico que me preocupa es que pareciera tratar de convencer a ese rentado de Carlos Mejia. Creame , con esos energumenos no cabe sino botarlos a patadas de la CGTP. Solo asi podra conquistarse un congreso democratico de las bases , las bases de verdad , que pelean y dan su vida en Moquegua, Ica, Bagua, Puno, que son despedidos a mansalva en textiles y mineria.


Saludos revolucionariosm
Raul Palomares , dirigente de la Liga Trotskista Internacionalista
- ex secretario general del Sutrasspec

democraciaobrera1917@yahoo.es

Anónimo dijo...

hubo un error , mi mail no es en yahoo.es sino en yahoo.com

Raul Palomares

Anónimo dijo...

Hace unas semanas nuestros grupos se fusionaron con la WIVL de Sudafrica y la HRS de EEUU.

Ya estaomos trabajando en las universidades y estructuras de trabajadores las declkaraciones y resoluciones del congreso de fundacion de la Fraccion Leninista Trotskista Internacional, en un dossier publicamos tambien las 4 propuestas que le hciiemos a la 47 asamblea antiguerra de Japon, con la presencia de 150 delegados de fabricas y universidades, propuestas que fueron aprobadas.
Saludos,
Raul Palomares

www.workersinternational.org.za
www.humanistsforrevolutionarysocialism.org
http://www.geocities.com/communistworker/

Anónimo dijo...

LIGA TROTSKISTA INTERNACIONALISTA DE PERU



Llamamiento de emergencia

El maldito régimen fujimorista del TLC toma más rehenes obreros

¡Libertad
para los luchadores obreros y populares de Perú!


LEA LA DECLARACION COMPLETA EN

http://ligatrotskista.blogspot.com/

Daniel Hurtado Brenner dijo...

Hablas muy bonito, pero si se trata de defender o criticar a Susana Villaran respecto a la gestion de Lima hasta el dia de hoy... lo unico claro que tengo es que la ideologia no sirve ni para ordenar el caos vehicular, ni para rentabilizar el metropolitano, ni para reducir los robos y menos para mejorar la habitabilidad de la ciudad.
A menos que, como dice JDC al referirse a Cuba, me digas que recien en 50 años se pueden ver los cambios en una revolucion....
Espero tu respuesta, espero no sea dialectica.