Podría parecer un poco tarde para empezar a escribir sobre la caída del dólar (en términos técnicos, la apreciación del sol), pero creo que nunca lo es demasiado cuando lo que hay que decir parece tener alguna importancia, y sinceramente pretendo que sea así. Lo primero que voy a decir es que no quiero profundizar, quizás ni mencionar, los motivos que han llevado a la apreciación del sol respecto al dólar, sino ocuparme de las decisiones que los involucrados han tomado ante este hecho puntual.
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) es la entidad encargada de la política monetaria, es decir, tiene como funciones, entre algunas otras, emitir dinero y mantener una tasa de inflación baja (cuestiones profundamente relacionadas), y puede elegir o intervenir en la fijación de las tasas de interés que rigen en la economía o en fijar el tipo de cambio, con el fin de cumplir adecuadamente sus objetivos. La fluctuación del tipo de cambio en la economía peruana se conoce como "fluctuación sucia", es decir, el BCRP suele intervenir en el mercado cambiario comprando o vendiendo bonos, soles o dólares (según sea necesario) para evitar que el precio del dólar tenga variaciones grandes que afecten a la economía.
Supongamos, por ejemplo, que se produce un shock externo que hace que ingresen capitales extranjeros al Perú, ¿qué sucede entonces? Ingresan dólares a la economía, hay más oferta que demanda de dólares, el precio del dólar cae. ¿Qué es lo que hace el BCRP? Intenta evitar que el dólar caiga demasiado, pero ¿cómo lo consigue? Compra dólares, inyecta soles en la economía, hay menor oferta de dólares, y mayor oferta de soles, el precio del dólar se mantiene medio estable. Hay una cuestión de fondo. El BCRP introduce soles en la economía, ¿de dónde los consigue? Pues debe tener reservas, de lo contrario el fantasma de García y su maquinita de billetes aparecerían inevitablemente. Ya. Más o menos así ha actuado el BCRP ante esta caída del dólar. Comprando y comprando dólares. Pero no puede comprar lo que le de la gana, sino sólo lo que las reservas le permiten.
Leí hace un par de semanas, tal vez un poco menos, el editorial de Perú.21, y lo que a partir de aquí pueda decir es, en esencia, gran parte del análisis que hizo Álvarez Rodrich en su columna. Así que si de derechos de autor se trata, ya dije lo que tenía que decir.
La caída del dólar ha afectado directamente a los empresarios exportadores, pues los pagos que reciben por la exportación de sus productos están en dólares. Así, supongamos que antes un exportador recibía 100 dólares por algún objeto que vendía en el extranjero, y ahora recibe esos mismos 100. ¿Dónde está la diferencia? Cuándo esos 100 dólares llegaban al Perú hace tres meses su valor en soles era aproximadamente 315, y ahora es un poco menos de 300. Osea que por cada 100 dolares que reciben están perdiendo un poco más de 15 soles. Ahora imaginen que no són 100 dólares, sino 1000, 10000, 100000. Si pues. Están perdiendo plata. ¿Saben que querían? Que el BCRP siga interviniendo hasta lograr el tipo de cambio que a ellos les conviene. Aquellos que defienden el TLC, el libre mercado, la no intervención estatal, pidiendo que POR FAVOR el BCRP actúe para que no se perjudiquen. Un chiste.
Existe también un grupo de trabajadores que tiene préstamos en dólares y que recibe salarios en soles. Digamos que antes necesitaba 315 soles para pagar 100 dólares del préstamo, ahora sólo necesita 300, por cada 100 dólares que debe pagar ahorra 15 soles que le permiten comprar algunas otras cosas útiles. Tienen, entonces, mayor capacidad de consumo, y por tanto, el poder de reactivar la economía desde las bases, teniendo en cuenta que este grupo social es mucho más grande que el de exportadores.
¿Es el mercado el asignador eficiente de recursos? ¿Adam Smith y su mano invisible valen siempre, o sólo cuando a los empresarios les conviene? ¿Pueden también los asalariados beneficiarse por las acciones de mercado, o el mercado sólo les permite perjudicarse? ¿Hace bien el BCRP en intervenir sólo lo necesario? ¿Vamos a ir al mundial?
1 comentario:
Sólo pequeños comentarios, amigo Gonzalo.
El primero a favor de tu opinión acerca de la "conveniencia" de intervención del BCRP. Evidentemente, cada agente económico -ahorristas y empresarios- busca su mayor beneficio, y lo intereses de estos se contraponen, así que los asegurará más aquel grupo con mayor poder de coerción en la opinión pública.. ¿cuál será ?
El segundo es en desacuerdo. El fantasma de la maquinita de García no tiene por qué aparecer. Pueden retirarse dólares ilimitadamente de la economía. Sólo basta con utilizar la intervención esterilizada. Los soles inyectados se vuelven a retirar emitiendo bonos. Esto trae dos ventajas: el aumento de las reservas internacionales (dólares) que ayudan a sobrellevar shocks externos y aumenta el grado de "estabilidad" nacional ante la mirada internacional, y el desarrollo mayor de un mercado de bonos soberanos que también colabora al último fin mencionado. La relativa mayor estabilidad macro nos hace pensar en ejemplos exitosos de este sistema en Asia. Claro, si es que el BCRP debe intervenir indefinidamente, o sólo para suavizar las fluctuaciones... ese es otro cantar. Me inclino por el último, evidentemente.
BEN SOLÍS
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